Transformación del equipo directivo:

Cada día, nos consultan más empresas, sobre la mejor manera de transformar y preparar a los equipos directivos, para que puedan, a su vez, orientar y empoderar a sus propios equipos, hacia un objetivo común. Frente a la multitud de cambios culturales y tecnológicos se requiere de unas habilidades específicas, experiencia, formación y carisma.

Este “challenge”, tiene que venir acompañado por la capacidad de adaptarse y renovarse constantemente, evolucionando con los cambios del entorno, aprendiendo de sus errores y de sus aciertos.

Estas son algunas de las habilidades que debemos fomentar para que el directivo tenga muchas más probabilidades de éxito en su misión:

Liderazgo

Conseguir, a través de su capacidad de influir que su equipo llegue a sus objetivos, con motivación y compromiso, es la habilidad de los mejores directivos. El líder, debe ser como el entrenador, como el “coach” que acompaña, instruye y potencia las capacidades de cada uno de los integrantes del equipo. 

Saber delegar

Lo primero que debe saber un directivo es: ¡qué se puede delegar o no! Después, deberá repartir y responsabilizar a cada uno de los miembros del equipo, como si fuera un puzle, optimizando actitudes y capacidades de cada uno. Para ello, deberá conocer muy bien cada uno de los integrantes de su equipo.

Saber comunicar

Una buena comunicación, afianzará al directivo como líder. No se puede pedir liderazgo a un directivo, si este último, no es un excelente comunicador. Tiene que tener la capacidad para elegir los mejores momentos, los mejores medios y las mejores formas para una comunicación fluida y eficaz. Deberá adaptarse, en todo momento, al tipo de interlocutor que tiene en frente…

Reconocer y recompensar

Si el equipo se ve reconocido y recompensado por sus esfuerzos, aumentarán su motivación, su implicación y compromiso con los objetivos establecidos por el líder.

Empatía y habilidades sociales

Estas habilidades deben ser desarrolladas, ya que son fundamentales para conseguir un ambiente laboral sano, con relaciones satisfactorias para todos los actores. Dependiendo del perfil de propio directivo, este ambiente laboral, reforzará o frenará los lazos internos del equipo, indispensables para el buen funcionamiento del mismo.

Ser resolutivo

Los problemas y situaciones conflictivas deben ser evitados, anticipándolos. El directivo debe de ser un excelente negociador, un gran vendedor y mediador, para que de manera rápida y efectiva, pueda aportar acciones correctoras y soluciones viables, duraderas con los menores perjuicios.

Resilencia

Es la capacidad imprescindible en estos tiempos, para poder adaptarse a las situaciones más adversas, sin bajar su automotivación y eficacia personal como directivo. Por otra parte, este último, deberá saber cuándo informar o no a sus subordinados para proteger al equipo de elementos perturbadores, negativos para el buen alcance de los objetivos prefijados.

Habilidades técnicas

El directivo líder, deberá además de sus habilidades como gestor y comunicador, aportar un bagaje técnico, para poder ser un referente para su equipo y clientes. Deberá compartir sus conocimientos técnicos cuando sea preciso.

Toma de decisiones

El tomar las decisiones con determinación, en el momento oportuno, evitando dudas y vacilaciones, afianzará el liderazgo del directivo. “El que no toma decisiones nunca se equivoca” a menudo, oímos esta frase, el éxito de las decisiones y la proactividad, conllevan siempre algo de riesgo. Un error se puede entender, el inmovilismo o el exceso de prudencia, no.

Gestión del cambio

Hoy en día, y más que nunca, los directivos deben poseer habilidades específicas para liderar los procesos de cambio permanente. Estos retos son imprescindibles en la actualidad, sobre todo por la adaptación a la digitalización de las empresas y organizaciones, vital para su futuro.

Habilidades estratégicas

Por coyuntura, filosofía, histórico y/o tamaño de empresas, muchos de los directivos se han tenido que centrar más en las ventas, en los resultados,… descuidando, en muchos casos, aspectos mucho más estratégicos, cada vez más importantes para la empresa de hoy, en un mundo empresarial, más digital, más reactivo, más exigente,.. Cuántos de estos directivos operativos saben, fijar prioridades y diseñar planes de acción, teniendo en cuenta los leads (contactos en la red), los seguidores o fans de sus redes sociales, el branding de la empresa, su notoriedad, su posicionamiento. La omnicanalidad, es el arte de saber armonizar y combinar el online y el offline, en interés del grupo. Ser un buen estratega, con una visión en perspectiva, puede ser clave para conseguir el éxito y para llevar y garantizar el futuro de la organización.

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