En mis conferencias, a menudo, empiezo o acabo diciendo que las Organizaciones están formadas por personas y son las personas quienes tienen que encontrarle sentido al cambio para transformarse y así ayudar a la transformación de su Organización.

A mí personalmente me gusta mucho la fórmula T=C+S (Transformación = Cambio + Sentido)

Esta fórmula es hoy todavía más potente porque ahora y en el futuro a corto y medio plazo, y para superar esta grave crisis, vamos a tener que encontrar más juntos que nunca este sentido al cambio.

Porque, como dicen todos, gurús y no gurús, el mundo que viene tras la crisis del Covid 19 no va a ser el mismo que el que teníamos.

Pero hay algo que si será igual (al igual que en otras crisis) Serán las personas que conseguirán salir adelante de esta crisis.  Si, las PERSONAS en mayúsculas.  Ayudadas por toda la tecnología del mundo pero ellas son, de nuevo, las grandes protagonistas.

Y por eso necesitamos que los líderes sean más líderes que nunca en el momento presente y en lo que está por venir…. aprendiendo a liderar en la distancia.

Eso requiere lo que podríamos llamar aprender a hacer “ingeniería emocional”

Es decir, combinar, en su justa medida, los ingredientes del liderazgo de servicio que podrían ser los siguientes:

En la parte HARD: ingredientes clásicos del Management tales como la estrategia y toma de decisiones, la planificación, la organización de las estructuras, el seguimiento de la gestión, la eficiencia y la productividad…. pero combinándolos, de una vez por todas, de forma mucho más AGIL e INNOVADORA.

En la parte SOFT:

•         Flexibilidad (ante las nuevas formas de trabajar).
•         Escucha.
•         Motivación.
•         Feedback.
•         Gratitud y generosidad.
•        Comunicación inmediata, auténtica y empática y más ágil, con la ayuda de las nuevas tecnologías.

Pero a todos estos ingredientes, por todos ya sobradamente conocidos, hay que volver a añadir mucha más cantidad de uno que toma de nuevo especial relevancia en esta crisis:   La gestión de las emociones tanto propias y como las de nuestro equipo.

Saber gestionar el miedo, la rabia y la tristeza (totalmente comprensibles en los momentos actuales) en algo movilizador de nuestras emociones positivas es, sin duda, más importante que nunca.

Si somos capaces de acompañar a nuestro equipo, tanto en lo personal como en lo profesional, en la gestión de sus emociones, será mucho más fácil encontrar juntos el “sentido compartido” que es clave para la ya urgente Transformación de las Organizaciones en un entorno más VUCA que nunca….

Ojala hubiera una asignatura en la Universidad denominaba “ingeniería emocional en tiempos de crisis”….